¿Cuál es más sano? ¿Cuál debemos consumir si estamos a dieta?
El jamón serrano o curado es típico de la gastronomía española por su sabor. Aporta proteínas, grasas (ácidos grasos insaturados, principalmente oleicos, beneficiosos para el corazón) y micronutrientes como la sal (consumir con moderación las personas hipertensas o las que deben controlar su peso), fósforo, potasio, zinc y algo de hierro que ayudan al crecimiento de los niños. Tiene vitamina B (buena para el sistema inmunológico) y algo de E. Por estas razones se le considera un alimento sano y equilibrado.
Buscaremos que el jamón serrano tenga puntos blancos en superficie que nos indicarán la buena salud del cerdo.
El jamón de York se usa mucho porque es muy versátil a la hora de cocinarlo y de comerlo. Aporta muchos nutrientes (entorno al 10% de proteínas y hierro que se recomienda consumir diariamente). También contiene zinc, potasio, fósforo, magnesio y gran cantidad de vitamina B (como el jamón serrano). También contiene sal, aunque menos que en el jamón serrano que ronda el 1% (existe el jamón de York bajo en sal). Es bajo en calorías y grasa pero tiene algo de colesterol.
Buscaremos el jamón de York con vetas de grasa y no de color uniforme, estos son más artesanales y menos elaborados.
Sobre la conservación hay que comentar que el jamón serrano está curado por lo que tiene una vida larga y no le hace falta refrigeración, el jamón de York solo dura de 3 a 4 días abierto (y bien envuelto) en la nevera por lo que lo tendremos que comprar en pequeñas cantidades.
Los dos productos rondan las 250-300cal/100g y según las tablas varía cual de los dos contiene más calorías porque hay muchos tipos de cada uno por lo que no es un valor a tener en cuenta.
**Me lo apunto**: Una persona sana puede consumir indistintamente, y alternando, los dos productos según su agrado (teniendo en cuenta no abusar del jamón serrano por su contenido en sal). Los dos son equilibrados y saludables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario